El cielo: para recordar, ardiendo en el horizonte, entrelazando las nubes entre las palas de los molinos que esperan un empujoncito que los ponga en marcha para moler unos vatios y encender las luces de cada casa cuando este horizonte de fuego se enfríe y las trazas de calor se conviertan en el aire fresco de una noche del final del verano.
QUE CIELOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO UNA MARAVILLAAAAAAAAAAAAAAAAAAA ME ENCANTAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA.
Te keremos muxooooooooooooooo
Vaya cielazo.
Un abrazo
Menudo espectáculo nos ofrece el firmamento todos los días, y afortunadamente estás tu ahí para los despistados. Un besazo. Chulísima la foto.
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Es como si los molinos estuvieran fabricando el ocaso, preciosa foto, maestro!
Joer!!!….parece que el fuego está arrasando los molinos 🙂
Molonaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!