Un poquito ácidas, sabrosas y pequeñas para hacer bueno ese delicioso momento en que revientan y liberan todo el jugo de un año de cosecha.
Hace unos pocos años, mi padre plantó uno frutales, entre ellos un grosello y un arándano. Este finde pasado cosechó unas pocas y nos las trajimos para esta semana. Son frescos y no durarían mucho así que hoy era un buen día para merendárselos (y aún me quedan unos poquitos para mañana).
El tema está en que según los estaba limpiando me pareció buena idea hacer una foto. No hay más historia.
Una única toma sin ayuda en la iluminación y corregida luego en el procesado. Un poquito de corrección de niveles y elevados los tonos y santas pascuas.
¡Qué ricas! Y respecto a la foto, la veo un poco rara por el fondo tan blanco, pero no sé decirte más. Por lo demás, dán ganas de comérselas.
Casi me como la pantalla, qué chulas y vivas en sus rojos!
y los relámpagos, una maravilla, artista.
un abrazaco