Entre las tareas pendientes de este año, se ha quedado el hablar más con los amigos, con la familia. Nos acomodamos (intento no hacerlo, pero al final lo hago) a los mensajes del tipo que sean en lugar de hablar y escuchar la voz de los que tenemos al otro lado. Así que un año más llega la Navidad, que como ya he dicho otros años, nos da la excusa y el motivo para acercarnos, para darnos un abrazo, para desearnos cosas buenas. Parece que el resto del año no siempre tenemos esas razones y nos saltamos los abrazos y nos conformamos con un wasap. Pues ya ha llegado el momento, y no debemos dejarlo pasar, deseémonos cosas buenas y abracémonos.
Feliz Navidad y un abrazo fuerte, de los buenos.