Uno de estos días de lluvia, con el cielo gris, cerrado como para caerse sobre nuestras cabezas y lloviendo sin parar.
Pero en eso mismo está la magia, se abre un poquito el cielo, y aparece un poquito de azul al fondo, no mucho, lo justito para darle un toquecito de color. Pero también se abre otro poquito por donde el sol aún se escondía, y mientras siga lloviendo y el agujerito sigan en la misma línea tenemos uno de estos momentos mágicos, de esos que no podemos dejar de sonreir, de mirar, de señalar con el dedo a cualquiera que esté a nuestro lado, con esos 7 colores que nos enseñaban de pequeños y que eran,… eso: magia. Luego la ciencia y el instituto nos enseñarían que nada de nada, nada de magia, algo de refracción y de la luz y cosas de esas. Lo que la ciencia no nos ha quitado es eso, que lo vemos, y sonreímos, y miramos y señalamos con el dedo. Yo os lo traigo aquí, y además este es doble.
Que sepáis que los arco iris dobles suelen tener uno de los arcos un poquito más tenues y además con los colores invertidos, con el rojo hacia el interior y el violeta hacia el exterior.
Espero que os guste.
Sigue siendo magia y belleza, amigo, muchas gracias por recoger esa hermosura. Qué artista eres, un abrazaco.
¡Gracias por el regalo!
Chuli…
Y creo que difícil conseguir una foto así…
como siempre, un artista