Más o menos Veinte (20) Años,… allá por el 88, y estoy hablando del siglo pasado, pero esto, que no deja de tener su importancia no es lo que quiero contar.
No teníamos dinero (no es que ahora lo tengamos) pero si hacíamos un trabajo, si alguien nos facilitaba el comprar un metro de negativo o una caja de papel para compartir entre dos o más pues podíamos pasarnos el sábado entero (y algún que otro domingo) metidos en el laboratorio,… un bocadillo para comer y un “Trinaranjus” de 15 pesetas (tres duros) de la máquina de abajo.
Luz roja, muy poquita, muy poquita, de hecho te dejabas los ojos allí,… aliviaba un montón cerrar los ojos. Olor a vinagre, se metía en la nariz y al día siguiente todo mantenía un poco ese olor. Y si estabas sólo en el laboratorio,… un walkman…. música de “Azul y Negro” (no todos,… porque Kike era lo más “jevi”,…. con las greñas a juego) o de “OMD” para que el silencio no te vuelva loco. Todo oscuro,… silencio,… era mejor la música,… sino te vuelves loco, aunque sigo pensando que la mayoría de nosotros ya estaba tururú cuando empezamos con esto.
A pesar de que lo que acabo de presentar como un potro de tortura, era realmente un potro de tortura,… tenía un aire de magia que he vuelto a descubrir no hace mucho tiempo,… muy poca gente (y cada día hay menos) ha visto aparecer la foto sobre el papel mientras está sumergida en el revelador,… es la esencia misma de la fotografía como arte,… conseguir el punto de revelado óptimo y verlo aparecer a tu gusto en una cubeta en la que tienes un trozo de papel blanco del que ves crecer la luz y la sombra que imaginabas al ver el negativo.
Ese momento, en el que el papel deja de ser blanco, conseguía que alguna foto te hiciera sentir un cierto regustito,… alguna te erizaba los pelos,… alguna llegaba realmente a emocionarte,… eso sin duda era para mi lo mejor de hacer fotos, y eso sin duda es algo que cualquiera a quien le guste hacer fotos debe experimentar.
Ultimamente he vuelto a sentir esto mismo con la fotografía digital, haciendo algo similar al revelado,… a ver salir tu trabajo ante tus ojos,… y de verdad que es algo que todo aquel que hace fotos debe sentir, es la fotografía por la fotografía,… es ver tu obra haciendote sentir capaz de crear algo, es materializar esa idea,… es conseguir mostrar al mundo tu visión de ese momento, de que ese instante que imaginabas se pueda compartir,…. o tan sólo recordar con el tiempo, es sentir que lo que ronda en tu cabeza llega al mundo, a la vida, y en cierta medida eso es emocionante,…. es como he dicho antes,… la fotografía por la fotografía.
Y este soy yo, hace 20 añitos,… en el laboratorio del Club Juvenil de Caja Burgos.