En ocasiones un paseo por la playa necesita una mano que nos ayude a salvar alguna ola y alguna pequeña roca.
En concreto se trata de la Playa de las Catedrales en Lugo, donde una mano puede ser mucho más que un saltito. Esta playa cerrada por un acantilado se inunda completamente, lo que obliga a mantener vigilancia para evitar que la gente no pueda alcanzar la salida con la subida de la marea, allí una mano es mucho más que una ayudita.
Cuando estos días aprieta el frío,… y esa brisa helada nos hace soltar algún improperio tras volver una esquina y sentir como el frío nos estira de la cara y trata de atravesar nuestro abrigo y nuestro jersey y nuestra camiseta y alcanza nuestras costillas y nos pone la piel de gallina,… es estos días cuando los cielos al atardecer se ponen rojos.
Esto fue diciembre, en Tubilla, en mitad del campo y buscando la puesta de sol.
Es uno de esos sitios que enamoran, que te hacen soltar exclamaciones al verla. Es uno de esos sitios hechos a mano que te secuestran los ojos y no te dejan mirar a otro lado, y que roban recuerdos de entre todos lo que llevamos a los que alguna vez nos hemos acercado para tener un lugar privilegiado en nuestra memoria y estar deseando poder decir que hemos estado allí, que la hemos visto,… que hemos andado sobre su empedrado y hemos paseado bajo sus arcos. Es la plaza de España de Sevilla, la que tanto gustó a George Lucas como para convertirla en el palacio de una reina, y a pesar de rodearla de robots y naves espaciales no te dejaba mirar para otro lado y te hace pensar eso de: “yo he estado allí”.
Ha hecho mucho frío,… en realidad aún lo hace,… pero no tanto. A mi me gusta porque tiene el valor añadido de volver a casa con tanto frío que la chimenea y el crujir del fuego son protagonistas seguros. Y estos fríos tan intensos suelen tener unas puestas de sol con unos colores tan fuertes y contrastados como estos. Lo malo es que hace tanto frío que estas puestas de sol no se disfrutan tanto en directo como en las fotos,… al calor de la chimenea mientras le hago el tratamiento correspondiente. Lo bueno es lo de siempre,… esta afición que tenemos de “enlatar” la realidad nos permite disfrutarla después durante mucho tiempo.
¡Feliz Navidad!
Parece que el invierno viene frío, seguramente tendremos abundancia de nieves, que dicen los dichos populares que es una buena señal, ¡y falta que nos hace! Así que como suelo poner fotos de nieve en navidad y este año he podido ver las luces de la Gran Vía Madrileña, he aprovechado para cambiar un poquito y darle un toque menos nevado y más de lucecitas de navidad por las calles de la capital, que también nos gusta.
Con ese nosequé que nos acerca a los amigos y la gente que queremos, os deseo a todos,… ¡Feliz Navidad!
Besitos.
En ocasiones si miras por la ventana puedes ver un poquito más de lo mismo, o en ocasiones un espectáculo que sin darte cuenta pasa desapercibido, pero en alguna ocasión la misma ventana de siempre, la misma vista de siempre tiene un matiz que no se escapa a la misma vista de siempre, a veces una ardilla cruzando el jardín es suficiente, pero esta vez las nubes negras,… oscuras y deshaciéndose en copos mientras el sol se cuela por sus pequeños huequecitos nos demuestran una vez más que somos muy muy muy pequeñitos. El mero hecho de darnos cuenta de que esto es impresionante es lo que nos hace tan pequeños,… la paradoja es que ese mismo mero hecho de maravillarnos con algo tan “natural” es lo que nos puede hacer un poquito menos pequeños. Se avecinaba tormenta pero no fue para tanto.
Nos llegan los primeros fríos, los aires helados que mientras silban nos roban el calor de entre la ropa, ese agua-nieve que se nos mancha los cristales de las gafas, y con ello, echamos de menos el calor del verano,… el calorcito que ahora buscamos en las brasas de una chimenea.
Era Agosto y si, hacía mucho calor,… tras algunas fotos a unos cuantos girasoles,… y de camino con el coche,… una parada rápida en un camino y a disfrutar de este espectáculo.
Este año el frío va llegando poco a poco, nos está dejando “hacernos” a la bajada de los termómetros y aunque el otoño como tal ha sido muy cortito, porque las hojas de los árboles se han caido en muy poquitos días, las heladas van llegando y el rocío se queda pegado a los cristales por la mañana.
A pesar de no darnos casi cuenta,… los árboles ya no tienen hojas,… la tierra vuelve a su estado germinal del frío y los días se hacen muy muy cortos, se hace de noche a media tarde y va apeteciendo quedarse en casita al calor del fuego los que tenemos chimenea esperando que se terminen de asar las primeras patatas y castañas.
Tras una foto de un templo egipcio como la anterior, nos dimos una vuelta por la exposición de Tutankhamon en Madrid en la “Casa de Campo”, la verdad es que la exposición en sí está muy bien, y es altamente constructiva, no así lo larga y pesada que se hace llevando la audio-guía pegada a la oreja todo el tiempo. El tema está interesante,… sobre todo como plantean antecedentes sobre la historia, tanto del faraón como de toda la búsqueda posterior de la momia. Lástima que todo lo que vimos fueran réplicas, lo que hace que el precio me pareciera excesivo.
La exposición os la dejo en este enlace, con toda la información al respecto.
Tengo un buen montón de fotos de este sitio, tiene magia, no puedo no hacer fotos cada vez que voy, aunque sea con el móvil,… alguna ya habéis visto, pero hay unas cuantas más.
Una tarde dando una vuelta sin la cámara en un sitio como este, no te queda más remedio que volver por la noche con el trípode y hacer algún disparo con tiempo de exposición prolongada.
La gracia es que no llevaba la cámara buena,… bueno,… la no tan buena,… llevaba conmigo la D70, que tantas alegrías me sigue dando.