De una escapada por Cuenca y visita de algunos sitios emblemáticos, no se nos escapó echar un vistazo a un sitio un tanto siniestro… por el nombre, porque como sitio puesto con vistas en la naturaleza hay pocos. Es el famoso: “Ventano del Diablo”.
Se trata de una roca que el viento y el agua (supongo) han escavado dándole forma de mirador en lo alto de una ladera en un valle.
No todos los días del verano nos dejan un cielo oscuro y de bellas nubes negras con el sol echando una miradita.
Parecía que la tarde traería tormenta inminente pero no fue el caso. Así que en Tubilla apenas había que buscar algo que ponerle delante a ese espectacular cielo para que tuviera más fuerza si cabe, y qué mejor que un arado de doble vertedera. Mucha fuerza sin duda.
Teniendo que elegir entre Ventano del Diablo, Ciudad Encantada y nacieminto del río Cuervo, optamos por ver un par de cositas y disfrutar de la puesta de sol.
En algunos momentos el sol se reflejaba en las lentes del objetivo y hacía efectos raros. Así que girando un poquito la perspectiva y no pillando nada de sol los colores de las nubes pintados a trazos por el sol daban colores cálidos para engañar al cuerpo, porque decir que hacía frío es poco decir.
En ocasiones, una puesta de sol cuando el cereal brota, saca unos colores dorados y verdes del campo de los que es difícil no acordarse. No lo olvidé y una tarde de primavera a la que el sol estira de las sombras y dora los campos me eché la cámara al cuello y algunas fotos han salido adelante.
En ocasiones un contraluz tan grande como este tiene el encanto de encontrarte a ti mismo mirando como el viento eriza el agua y enseñarte como sobre el agua sopla suave y con gracia para ser la envidia de los juncos que esperan ese susurro que hace surcos sobre el espejo de plata y les mece ya erizados.
No es un nombre de tarta, tan solo era primavera, en la ermita de San Marcos, en Tubilla.
Es lo que tiene el veranito, que nos trae unos colores impresionantes.
Al dueño de la tierra sembrada seguro que no le gusta lo mismo que a nosostros, pero es cierto que el espectáculo de color es delicioso.
Es el cuarto año, a punto ya de ir al cole de mayores, pero con la idea de seguir jugando en el patio y con la plastilina.
Es el momento de daros como siempre las GRACIAS, porque seguís viniendo a verme, a pesar de que este año pasado, que no ha sido el mejor precisamente, he mantenido los mínimos de colgar una foto al mes, y a pesar de tan poquita producción, me seguís empujando y animando. GRACIAS.
Este año por una desavenencia con el proveedor del dominio he tenido que resetear las visitas, asi que cuando pueda hacer las acumulaciones correspondientes colgaré una entradita de números para sincronizar un poco.
Y una iniciativa nueva que tenemos delante, es que me han ofrecido un espacio, chiquitín, pero con mucho cariño, para exponer algunas fotos, así que en cuanto tengamos algo definido os pondré de nuevo una entrada para contaros, el cuando y el donde.
No me canso: GRACIAS.
