Cuando estos días aprieta el frío,… y esa brisa helada nos hace soltar algún improperio tras volver una esquina y sentir como el frío nos estira de la cara y trata de atravesar nuestro abrigo y nuestro jersey y nuestra camiseta y alcanza nuestras costillas y nos pone la piel de gallina,… es estos días cuando los cielos al atardecer se ponen rojos.
Esto fue diciembre, en Tubilla, en mitad del campo y buscando la puesta de sol.