Un día cualquiera (no sabes que hora es,….) en las Lagunas de Ruidera, el agua calmada, plana cristalina, y muy azul, muy muy azul. A pesar de que el sol se ha puesto detrás de la colina hace calor, y la brisa fresca y esperada no llega,… por eso el agua sigue reflejando el cielo, y haciedo suyos esos colores que le presta y le roba.
Un día entre semana, sin mucha gente y buscando eso que muchos me contáis que véis en mis fotos, un poco de paz, apartado de todo, incluso apagué el móvil muy pronto por si acaso, algo poco habitual en mi,… de hecho en el ritual de todos los días lo último es apagar el móvil.
El agua calmada, mucho calor, algún mosquito, y la cámara pequeña, el objetivo pequeño, así que haciendo amago de buen pulso y subiendo la sensibilidad de la cámara más de lo razonable, no se podía escapar. Y este es el resultado de varios disparos,… este sí que me ha gustado.